La barbería del Andaluz, en la carretera, se caracterizaba por disponer un habitáculo a modo de los que salen en las pelis del Oeste.
Es decir, su cómodo sillón en el que se espanzurraban los seres humanos que requerían un aseo facial; la palancana, para el drenaje y aclarado de la piel; la cuchilla navajera tipo Curro Jiménez; brocha gorda y jabón; espejo y ventana abierta para desvelar los entresijos de dentro y descubrí los posibles de fuera, en el pueblo.
El Andaluz era un peculiar hombre que gastaba boina y que probablemente no era andaluz, pero le caracterizaba su crítica visión de la vida.
Todo ello, adosado al bar de "la Marina", peculiar e inteligente mujer que dio servicio de restauración al pueblo en un bar adornado por una chapa de "Mirinda" en la puerta, y que servía de parada de alivio para los ocupantes de las camionetas en tránsito.
Cartucho.
Es decir, su cómodo sillón en el que se espanzurraban los seres humanos que requerían un aseo facial; la palancana, para el drenaje y aclarado de la piel; la cuchilla navajera tipo Curro Jiménez; brocha gorda y jabón; espejo y ventana abierta para desvelar los entresijos de dentro y descubrí los posibles de fuera, en el pueblo.
El Andaluz era un peculiar hombre que gastaba boina y que probablemente no era andaluz, pero le caracterizaba su crítica visión de la vida.
Todo ello, adosado al bar de "la Marina", peculiar e inteligente mujer que dio servicio de restauración al pueblo en un bar adornado por una chapa de "Mirinda" en la puerta, y que servía de parada de alivio para los ocupantes de las camionetas en tránsito.
Cartucho.