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ALMADENEJOS: LO QUE NUESTRAS AUTORIDADES SE PERDIERON Y NO QUISIERON...

LO QUE NUESTRAS AUTORIDADES SE PERDIERON Y NO QUISIERON VER.

Emilio Bresó, puerta grande en el certamen Soy Novillero
Publicado en abril 9, 2014 de demanobaja

El novillero natural de Almadenejos (Ciudad Real), Emilio Bresó, salió por la Puerta Grande en el cuarto festejo del certamen Soy Novillero que está teniendo lugar en la Plaza de toros de Illescas, tras cortar una oreja a cada uno de sus novillos.

Con más de media plaza se lidiaron novillos de Encina Grande, propiedad del torero Manuel Caballero, bien presentados y de juego muy desigual destacando el extraordinario cuarto al que Bresó supo entender y que fue premiado con una vuelta al ruedo. Se le pidió el indulto pero el reglamento estipula que no es posible en plaza de tercera categoría.
Emilio Bresó_José Ramón Santos

Foto: José R. Santos. E

Pocos son los novilleros que despiertan interés. Y desde que se subió el IVA, se están organizando menos festejos lo que complica aún más su presencia en el universo taurino. Ahora bien, Emilio Bresó abrió los ojos al público asistente, con un concepto de toreo diferente, basado en la quietud y verticalidad de sus muletazos.

Valiente y decidido el novillero ciudadrealeño se fue a puerta de toriles al comienzo de ambos novillos, dejando a las claras su intención de triunfar. En su primer oponente, flojo y manejable Bresó pudo ligar muletazos de bello trazo sobre todo al natural. Oreja. He aquí que salió el cuarto, más cuajado de formas y extraordinario en su comportamiento que posibilitó el toreo desbordante de naturalidad y empaque del novillero. Ante este tastado, con más movilidad y recorrido, Bresó hizo todo un derroche de conocimiento, se mostró como un torero de una pieza. Para ello, embebió la embestida en la muleta, arrastrada en cada pase, desgranó la ligazón total y enloqueció a los tendidos. Con decisión y codicia aguantó la embestida del animal, imaginativo y con capacidad para pensar en la cara del novillo. Probablemente la mejor faena del certamen a espera de lo que acontezca en los festejos que quedan por celebrarse. Más allá de apéndices, malogrados por el fallo a espadas, Emilio Bresó dejó sabor a torero.