A quien corresponda:
Es una vergûenza que en pleno siglo XXI caigan cuatro gotas en el pueblo y se siga llendo la luz, por ejemplo. Ayer cayó una tormenta y Almadenejos quedó incomunicado, se fue la luz, no funcionaban los teléfonos (ni móviles ni fijos). Es realmente patético que funcionemos así todavía, señores seriedad. Además da lo mismo, no culpo a unos ni a otros, son todos iguales, esté quien esté. Mirar un poquito por el bienestar de vuestros vecinos y por el vuestro propio. Sí, mucho que se ve Telemadrid, canal sur, etc; pero realmente importa eso? ¿y la comodidad? adaptarnos al mundo real, en el que vivimos. Por no hablar del agua, que cuando llueve un poquito sale más turbia que en Riotinto, o de su caudal que trae una presión más baja que los pozos del Serengueti. Se puede entender que se cobre más por el agua para poder hacer cargo de una depuradora "eficaz", pero por lo menos dar calidad. Hay que trabajar señores, dejarse de plenos absurdos y de revisar cuentas inexistentes (haberle dado un poco más de tiempo y ya hubieráis visto, impacientes) y ponerse a dar comodidad al contribuyente.
Un quejica.
Es una vergûenza que en pleno siglo XXI caigan cuatro gotas en el pueblo y se siga llendo la luz, por ejemplo. Ayer cayó una tormenta y Almadenejos quedó incomunicado, se fue la luz, no funcionaban los teléfonos (ni móviles ni fijos). Es realmente patético que funcionemos así todavía, señores seriedad. Además da lo mismo, no culpo a unos ni a otros, son todos iguales, esté quien esté. Mirar un poquito por el bienestar de vuestros vecinos y por el vuestro propio. Sí, mucho que se ve Telemadrid, canal sur, etc; pero realmente importa eso? ¿y la comodidad? adaptarnos al mundo real, en el que vivimos. Por no hablar del agua, que cuando llueve un poquito sale más turbia que en Riotinto, o de su caudal que trae una presión más baja que los pozos del Serengueti. Se puede entender que se cobre más por el agua para poder hacer cargo de una depuradora "eficaz", pero por lo menos dar calidad. Hay que trabajar señores, dejarse de plenos absurdos y de revisar cuentas inexistentes (haberle dado un poco más de tiempo y ya hubieráis visto, impacientes) y ponerse a dar comodidad al contribuyente.
Un quejica.