Memorables también las carreras de cintas en bicicleta. Las cintas, enrolladas en un carrete con una anilla en el extremo, se colgaban de de un lado a otro de la calle para que los chavales/as, provistos de un palo fino en su mano y a "lomos" de su "velocípeda" las cojieran. El recorrido era dar la vuelta al cuartel partiendo desde la puerta del ayuntamiento. Había alguno que hasta, en ocasiones, llevaba agujas ensartadas en el palo, pero de nada le servía, jeje.
P.
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