Un éxito rotundo la capea del sábado, pero con cierta desigualdad en la concesión de
trofeos, pues si al primer espada se le dio las orejas y rabo, al segundo habria que haberle dado todo eso anterior y además el
toro entero y la máquina de entrar a recogerlo por lo menos, pues realizo una faena memorable que puso la
plaza literalmente patas arriba.
M.S.S.