Amigos Jardinero y Libertad:
Ante Dios y para Dios nadie precisa de procesos de beatificación o santificación, como bien sabéis. Hay, hubo y habrá muchos santos y santas en el anonimato. En un reciente documento en edición - <Ser cristiano>- el Papa Benedicto XVI, viene a decirnos que en la ignorancia involuntaria de las verdades de la fe cristiana, el ser humano también puede salvarse y acceder al reino o reinado de Dios. Dios sólo se incomoda cuando en el hombre persisten la arrogancia, la prepotencia, la suficiencia y la provocación. ¿Dónde estamos ahora mismo, después de tanto progreso científico - técnico y humanístico? El ser humano, la sociedad están desorientados, sus ídolos, por temporales y limitados, no les satisfacen. Busca realidades sólidas a las cuales asirse. Ansía felicidad, tiene esperanza, busca una vida mejor. No la encontrará ni en la política, ni en la ciencia, ni en la vocación de projimidad. Nadie encontró la felicidad por esos caminos únicamente sin el auxilio de Dios. Dios no es comparable a nada ni a nadie; desborda todo lo visible e invisible; es lo realmente Otro. Muchos por los senderos de la filosofía accedieron al misterio, creyeron en la inmortalidad del alma, pero no llegaron a ‘ver” a Dios.
Vuestros caminos, Jardinero y Libertad, en el primer caso desde la fe viva y operante, en el segundo desde lo operante sin la fa cristiana, están en consonancia con los deseos de Dios. El nihilismo se ve ampliamente derrotado en tu caso, Jardinero; pero viene a ser como un muro de Berlín en el segundo, que no me cabe duda alguna terminará por ser derruido. Dios colaborará contigo, amigo Libertad, porque a Dios le gustan y se complace en las personas buenas como tú, y pondrá los medios, no te quepa duda, para hacer estallar en mil pedazos ese muro de nihilismo que está situado frente a ti, más en tu mente que en tu corazón. Si tienes ocasión léete 1 Cor, de San Pablo, antes Saulo de Tarso, un perseguidos iracundo de los cristianos, que lo fue antes de los acontecimientos sublimes habidos y vividos en el camino de Damasco.
No amigo Jardinero, tengo asumido y estoy plenamente convencido que ningún árbol del saber humano me ocultará la visión grandiosa y sublime del bosque todo (= Dios). Y como la predisposición a hacer el bien facilita la concreción de éste; enfoco el saber y el conocimiento no como vía de acceso de Dios, sino como recurso humano de ayuda, de desbroce y limpieza previa del camino. Nunca he dudado que en la Sagrada Escritura, fundamentalmente, en la tradición cristiana y en el magisterio de la Iglesia católica, está el secreto de la fe... si Dios me concede ese don. Espero que en el tiempo escatológico podamos los tres vernos, unos con más fe, otros con menos en este mundo. Estos tres caminos nos llevarán no a Roma, sino a la Jerusalén celestial, junto al Padre, viviendo la felicidad absoluta. Pongamos nosotros la tarea que nos corresponde, que es inalienable e ineludible.
Saludos muy cordiales para los dos, que os siento cerca de mí.
Alter ego.
16.11.08
Ante Dios y para Dios nadie precisa de procesos de beatificación o santificación, como bien sabéis. Hay, hubo y habrá muchos santos y santas en el anonimato. En un reciente documento en edición - <Ser cristiano>- el Papa Benedicto XVI, viene a decirnos que en la ignorancia involuntaria de las verdades de la fe cristiana, el ser humano también puede salvarse y acceder al reino o reinado de Dios. Dios sólo se incomoda cuando en el hombre persisten la arrogancia, la prepotencia, la suficiencia y la provocación. ¿Dónde estamos ahora mismo, después de tanto progreso científico - técnico y humanístico? El ser humano, la sociedad están desorientados, sus ídolos, por temporales y limitados, no les satisfacen. Busca realidades sólidas a las cuales asirse. Ansía felicidad, tiene esperanza, busca una vida mejor. No la encontrará ni en la política, ni en la ciencia, ni en la vocación de projimidad. Nadie encontró la felicidad por esos caminos únicamente sin el auxilio de Dios. Dios no es comparable a nada ni a nadie; desborda todo lo visible e invisible; es lo realmente Otro. Muchos por los senderos de la filosofía accedieron al misterio, creyeron en la inmortalidad del alma, pero no llegaron a ‘ver” a Dios.
Vuestros caminos, Jardinero y Libertad, en el primer caso desde la fe viva y operante, en el segundo desde lo operante sin la fa cristiana, están en consonancia con los deseos de Dios. El nihilismo se ve ampliamente derrotado en tu caso, Jardinero; pero viene a ser como un muro de Berlín en el segundo, que no me cabe duda alguna terminará por ser derruido. Dios colaborará contigo, amigo Libertad, porque a Dios le gustan y se complace en las personas buenas como tú, y pondrá los medios, no te quepa duda, para hacer estallar en mil pedazos ese muro de nihilismo que está situado frente a ti, más en tu mente que en tu corazón. Si tienes ocasión léete 1 Cor, de San Pablo, antes Saulo de Tarso, un perseguidos iracundo de los cristianos, que lo fue antes de los acontecimientos sublimes habidos y vividos en el camino de Damasco.
No amigo Jardinero, tengo asumido y estoy plenamente convencido que ningún árbol del saber humano me ocultará la visión grandiosa y sublime del bosque todo (= Dios). Y como la predisposición a hacer el bien facilita la concreción de éste; enfoco el saber y el conocimiento no como vía de acceso de Dios, sino como recurso humano de ayuda, de desbroce y limpieza previa del camino. Nunca he dudado que en la Sagrada Escritura, fundamentalmente, en la tradición cristiana y en el magisterio de la Iglesia católica, está el secreto de la fe... si Dios me concede ese don. Espero que en el tiempo escatológico podamos los tres vernos, unos con más fe, otros con menos en este mundo. Estos tres caminos nos llevarán no a Roma, sino a la Jerusalén celestial, junto al Padre, viviendo la felicidad absoluta. Pongamos nosotros la tarea que nos corresponde, que es inalienable e ineludible.
Saludos muy cordiales para los dos, que os siento cerca de mí.
Alter ego.
16.11.08