Luz ahora 0,07000 €/kWh

ALDEA DEL REY: Estimado amigo Libertad:...

Estimado amigo Libertad:

Me ha llegado hondo el relato que me haces acerca del acto de caridad y solidaridad mostradas con aquel inválido, hambriento, en Portugal. Y, entre otras cosas, te preguntas el porqué de estas injusticias, así como sobre lo refractario de algunas o muchas personas ante estas situaciones tan dramáticas, inhumanas.

Te diré, y no soy un experto en Teología, aunque algunos conocimientos tengo, que el problema del mal en el mundo, incluso desde la Teología Cristiana, es muy difícil de abordar por y para la racionalidad humana; les suelen llamar aporías (= dificultades lógicas de difícil enfoque especulativo).

Pero tu seudónimo, que es bellísimo, Libertad, puede ser la respuesta; la libertad humana.

Yo estoy plenamente convencido que existe algo o alguien infinitamente superior al ser humano, que no es ni algo imaginado por el ser humano, ni tampoco se trata de una ilusión, sino que lo engloba todo, lo objetivo y lo subjetivo, y que tampoco lo crea el ser humano ni por utilidad ni conveniencia, que “está ahí”, que es real aunque invisible, salvo que él quiera mostrarse, que es el origen y final de todo, que lo llevamos dentro, que no es comparable con nada de lo visible ni de lo invisible, y que nos trasciende. Le podemos llamar el Misterio, lo Trascendente, el Inefable, la Otreidad, el Innombrable... Nosotros los creyentes cristianos le llamamos Dios.

Y tú te preguntarás, y me preguntarás: ¿y por qué nos hizo así?. Tu seudónimo (= Libertad) considero que contiene la respuesta. El Génesis es una alegoría, no es historia, algo simbólico, incluso `historia´ interpretada. Dios, amigo Libertad, nos hizo libres, o puso las condiciones para que lo fuéramos... con todas sus consecuencias. Si somos libres, y lo somos, también seremos responsables de nuestros actos. Dios nos deja actuar en libertad. ¿Es justo, honesto y coherente responsabilizar a otro, incluso al mismo Dios, de nuestros actos, sean éstos buenos o malos?. Te satisfaga o no, nos satisfaga o no, el mal uso que hacemos de nuestra libertad debemos entender que es el origen de lo mucho bueno que hacemos, pero también de lo mucho malo que también hacemos o consentimos.

Dios o el Misterio, amigo Libertad, ni juega a los dados, como decía Einstein, ni actúa caprichosamente. Nos hizo libres con todas las consecuencias. No echemos la culpa a Dios del mal uso que hagamos de nuestra libertad. Pero además, amigo Libertad, permitió que fuéramos inteligentes, que no actuáramos como los animales, por instintos, sin libertad.

Comprendo que estas especulaciones resulten difíciles de admitir para la razón humana, pero somos libres e inteligentes. Somos seres humanos; otra cosa es que nuestro humanitarismo deje tanto que desear. No culpemos a Dios de ello.

Que conste, Libertad, que yo también tengo mis objeciones. Otro día seguiremos.

Un saludo muy cordial.

Alter ego.

23.10.08