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ALDEA DEL REY: Querido amigo Jardinero de las nubes....

Querido amigo Jardinero de las nubes.

Los espíritus selectos en el sentido de Ortega (= autoexigencia y superación), no los engreídos ni vulgares, te echábamos de menos. Siempre se ha dicho, según el principio de identidad, que lo semejante llama a lo semejante; y, fíjate bien, que no digo lo igual, pues a parte de no poder serlo, lo sublime en ti aún no lo hemos tocado. Te valoramos por lo que has sido, por lo que eres y también, seguro, por lo que serás. Esas semillas no pueden dar malos frutos.

Me hablas, hablas, de estado anímico languideciente. Tu sabes, amigo Jardinero, que los espíritus cualificados sufren con frecuencia relativa de ese tipo de enfermedades, y, no obligatoriamente por incoherencia, sino muchas veces por conmiseración, por desasosiego, por tanta incuria, desfachatez, ignorancia e incomprensión. Si sabes o conoces la causa (el porqué) de tu estado anímico, amigo, como diría el Estagirita, conoces su esencia (lo que es), pudiendo por tanto llegar a una conclusión científica, es decir, si existe o no tal languidez anímica. Sí, amigo Jardinero, se sufre por uno mismo y por los demás.

La esencia inmediata de tu dignidad, que no la mediata o última que es Dios, está en la esencia o contenido de tus palabras, de tus gestos que, no dudo lo más mínimo que honestamente emana de tus obras, de tu comportamiento, de tu conducta humanística y humanitaria. ¿Quién, o mejor aún, qué espíritu de este tipo no ha sido en alguna etapa de su vida provocador? Hemos de serlo ante el conformismo, la vulgaridad, ante el error, ante la estulticia emanada de la ignorancia, ante la arrogancia... y, mucho más aún ante la insolidaridad y la injusticia. Jesús de Nazaret, amigo Jardinero, fue un provocador... ante su propia familia, ante el poder religioso, ante el poder político, ante los grupos sociales, ante la violencia, ante la injusticia. Era libre, plenamente libre, absolutamente libre. Y, pidió a su Padre (ABBA), que los perdonara. Ponernos a disposición del Padre, con la fidelidad y confianza que lo hizo Jesús, a qué hemos de temer.

Me indicas que has sometido a autocrítica tu autoconcepto por si está o no en consonancia con lo que la gente considera en ti. Grandioso término este del autoconpceto, motivo de estudio de la antropología filosófica y, también, por eso de la bondad o maldad de nuestras acciones u opiniones, de la moral cristiana. Ello, amigo Jardinero, dice mucho de quienes así proceden. Te dueles del uso anterior de la sátira, que en verdad algunos se merecen, pero que aunque tiene su gracieta es destructiva. No me gusta lo satírico, prefiero lo irónico. Habrás comprobado en el Foro recientemente un ejemplo modelo de la misma, sobre una joven de Aldea del Rey que yo rechacé. El planteamiento de la autocrítica del autoconcpeto, amigo Jardinero, también lo estoy viviendo yo. Llevo un tiempo transitando por el camino de Damasco, no buscando una conversión sino la iluminación, que, sinceramente estoy experimentando. Entiendo que tal actitud denota humildad, asunción de fallos y errores pasados, propósito de humanitarismo al menos. Quiero ser quien soy, fiel a lo que siento y pienso, a la luz del Evangelio, bajo la atenta mirada del Creador; actuando en los hechos y en los dichos bajo el sano temor del mismo, pero sometiendo a juicio crítico bajo esos referentes a la injusticia y, si me apuras hasta a la negligencia.

Huyo de la vanagloria, me irrita el piropo intelectual, no quiero que me pasen la mano por la espalda. Hoguera de las vanidades son para mí. Si es posible pasar inadvertido. Mas, estamos aquí para algo y Dios y su Hijo Jesucristo nos pidió una misión... dura, con determinación, sufriendo críticas e incomprensión. No renunciemos a ello por Él. Nuestro rebaño podrá ser extenso o pequeño, a mí me da igual, lo que busco es generar inquietudes, interrogantes, huir del conformismo, de la indiferencia y del espíritu de masa.

No entiendas este comentario, amigo Jardinero, con finalidad docente, no; sólo se trata de una autorreflexión en voz alta.

Tu firma en el Foro de Aldea del Rey aunque tu posicionamiento en su conjunto esté definido, es necesaria, formativa y educativa. Hoy se hace más necesaria que nunca la presencia de los laicos implicados con todas sus consecuencias en la labor de misión y comunión; nos acosan dos males, el nihilismo y el relativismo. Pidamos ayuda a Jesús, que nos la dará, y seámosle fieles. Más por lo que no se ve, que por lo que se ve.

Un saludo muy cordial, amigo Jardinero de las nubes.

18.10.08

Alter ego.