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ALDEA DEL REY: Estimado amigo Hortelano:...

Estimado amigo Hortelano:

Verás, sobre el asunto de las hermandades, yo creo que es entrar en terrenos de distintas visiones religiosas, donde la discrepancia está a la orden del día. Yo no comparto el punto de vista religioso de las hermandades, pero a mí ni me influyen ni me estorban. Y si yo me muestro tolerante y respetuoso con ellas, ¿no sería de recibo que lo fueran asimismo conmigo? Es decir, si yo no quiero participar en sus actividades, ¿acaso han de sentirse desairadas por mí? Ni mucho menos. Ellas transitan una senda religiosa y yo transito otra… Creo que acaso esto sirva de explicación de la actitud seguida por los concejales socialistas en procesiones y demás celebraciones religiosas de las hermandades. Yo veo menos grave e hipócrita creer en Dios y no procesionar, que no creer en Dios y procesionar. Y fíjate que yo tengo amigos en las hermandades que me respetan como yo les respeto, aunque discrepen conmigo. La tolerancia es verdaderamente un bálsamo que aplaca muchas violencias.

Efectivamente, lo de los baños nocturnos da qué pensar, y no precisamente cosas positivas, tratándose de uso inapropiado de instalaciones públicas. Parece que el incidente está en boca de todo el pueblo. Estas cosas no se deben permitir.

Tampoco me agrada que estén en retablo de comentarios los dos hermanos que ocupan la portería de la piscina, cuestionándoles su derecho al puesto e incluso esgrimiendo argumentos que involucran su vida personal y privada… Que si tienen estudios, que si pueden ganarse la vida ayudando a su padre a recoger pimientos y berenjenas, que si tienen de todo… ¡Por Dios! Un trabajador, si ha sido escogido conforme a todo arreglo legal, no tiene que dar cuentas más que de su trabajo. La vida personal de cada uno es eso precisamente: competencia personal de cada uno. Esperemos que dejen tranquilos a esos muchachos y les permitan hacer su trabajo, que intuyo lo han de hacer muy bien.

Una de las cosas positivas del foro es que permite expresar opiniones y reclamar que las cosas estén en su lugar, públicamente hablando. Todo depende de qué uso se haga del mismo y de quién lo use. Pero, por otra parte, se corre el riesgo de hacer un uso ilegítimo del mismo con murmuraciones, difamaciones, provocaciones, etcétera.

Que la conciencia de cada cual actúe de guía en estas sendas escabrosas.

El jardinero de las nubes.
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