Estimada señorita Silvia:
El motivo por el que no iré a hacer esas preguntas al ayuntamiento es el mismo que aquél por el que no he frecuentado la biblioteca municipal. Sé que no está mal surtida de libros, pero siempre me sobraron y me bastaron los fondos de mi biblioteca privada. Algún día tendré sumo gusto en mostrársela (si le interesa), la cual se divide en tres partes: la biblioteca matriz de Aldea, la de mi lugar de residencia y la de los libros en formato digital (muy numerosa). A mi no me ha dado ni por la caza ni los abonos de fútbol y si he tenido algún dinero para caprichos, el mismo lo he invertido en libros.
No sé por qué le cuento esto. Tal vez porque me ha quedado la espinita de no haber visitado apenas la biblioteca municipal. Pero yo tuve una butaca, una ventana embriagada por los cielos de Aldea y un libro para leer. Sin embargo, a veces veía a gente con libros de la biblioteca municipal y sentía una extraña melancolía.
Llámeme enfermo o tarado, pero los sistomas de tal enfermedad no me permiten dejarme ver ni ir al ayuntamiento a preguntar esas naderías. Acaso yo necesite como una especie de supresión de barrera arquitectónica para relacionarme con la gente de Aldea.
Si pienso en Aldea o estoy en Aldea, la soledad acudea mi encuentro.
Un atento saludo, y perdone el rollo, que a buen seguro no le interesará.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com
El motivo por el que no iré a hacer esas preguntas al ayuntamiento es el mismo que aquél por el que no he frecuentado la biblioteca municipal. Sé que no está mal surtida de libros, pero siempre me sobraron y me bastaron los fondos de mi biblioteca privada. Algún día tendré sumo gusto en mostrársela (si le interesa), la cual se divide en tres partes: la biblioteca matriz de Aldea, la de mi lugar de residencia y la de los libros en formato digital (muy numerosa). A mi no me ha dado ni por la caza ni los abonos de fútbol y si he tenido algún dinero para caprichos, el mismo lo he invertido en libros.
No sé por qué le cuento esto. Tal vez porque me ha quedado la espinita de no haber visitado apenas la biblioteca municipal. Pero yo tuve una butaca, una ventana embriagada por los cielos de Aldea y un libro para leer. Sin embargo, a veces veía a gente con libros de la biblioteca municipal y sentía una extraña melancolía.
Llámeme enfermo o tarado, pero los sistomas de tal enfermedad no me permiten dejarme ver ni ir al ayuntamiento a preguntar esas naderías. Acaso yo necesite como una especie de supresión de barrera arquitectónica para relacionarme con la gente de Aldea.
Si pienso en Aldea o estoy en Aldea, la soledad acudea mi encuentro.
Un atento saludo, y perdone el rollo, que a buen seguro no le interesará.
El jardinero de las nubes.
http://eljardinerodelasnubes. blogspot. com
