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ALDEA DEL REY: Una reflexión al comentario del forista LIBERTAD, remitido...

Una reflexión al comentario del forista LIBERTAD, remitido a este Foro el 01.10.2008, a las 18:59 horas.

Estimado LIBERTAD:

El contenido de fondo de tu comentario me parece extraordinario e impresionante. No es un tópico cuando se afirma que la experiencia es la madre de la ciencia. Tu sabiduría de la vida y sobre la vida, que llamamos humana, es inmensa; la forma de expresarte exquisita y, en cuanto a la belleza de las palabras..., eso es lo de menos. Jesús de Nazaret, Cristo o Jesucristo nada dejó escrito, sólo como he indicado, que viene en los evangelios, un garabato en la arena. No obstante, como a ti te ocurre, guardando la distancia por reverencia al menos, se expresaba magistralmente. Su palabra era dulce, su lenguaje era persuasivo, magnetizaba a sus oyentes..., buscaba ejemplos extraídos de la naturaleza, de la vida misma. Tú, LIBERTAD, también en este aspecto lo haces de maravilla. Expresa lo que pienses y sientas sobre los seres humanos..., y, no te preocupes por nada de lo retórico y gramatical. Eso déjalos para otros, que tal vez lo hagamos más bonito..., pero que debemos imitarte en cuanto a bondad y projimidad.

Dices que junto a tu abuela y padre leísteis desde Adán y Eva en adelante, pero que te encontraste con Cristo (= Jesús de Nazaret), y que por ser un hombre bueno lo mataron en una cruz. Que luego cayó en tus manos LOS MISERABLES y comprobaste la hipocresía imperante en este mundo. Esta obra, estimado LIBERTAD, es una obra cumbre de la literatura universal de todos los tiempos. Su protagonista, Jean Valjean, era un “forzado”, un perseguido de la justicia “humana” por... ¿criminal?, un ejemplo palpable de humanitarismo. Y que, tras su lectura, y después de comprobar la vida de los creyentes tras conocer muchas religiones, llegaste a la conclusión que ninguna te satisfacía. Te defines como no creyente.

Deduzco que admiras a Jesucristo, LIBERTAD, y que ves a gente paseando a perros, pero que se avergüenza de ir con sus padres ancianos de paseo. A Jesucristo, LIBERTAD, precisamente lo crucificaron -la muerte más vil y deshonrosa del momento- por ser bueno, por estar del lado de los necesitados, de los oprimidos, de los menesterosos..., de esos con muñones que tú veías por Madrid abandonados de todos. Llegas a la conclusión de que todo es mentira, y, por lo tanto, no crees en nada ni en nadie; que los ricos viven a manos llenas y que los pobres las tienen vacías. Jesucristo condenó esta actitud de la condición humana.

Mas aunque te defines como no creyente, LIBERTAD, crees en Jesús, lo llevas en la ‘sangre’, lo sientes y lo vives. Mira, LIBERTAD; tú eres un creyente como la copa de un pico. No crees en la bondad del ser humano..., pero no debes generalizar. ¿Qué te dicen, p. ej., la madre Teresa de Calcula, Francisco de
Asís, Francisco Javier, Teresa de Cepeda (de Jesús), el padre Damián (Kamiano, para los leprosos)... y tantos y tantas que han dado y dan su vida por los necesitados, por los olvidados... por esos que, como aquellos con muñones que viste en Madrid son los menesterosos de este mundo?. Ésos y ésas han sido y son seguidores de Jesús, continuadores de la misión de sus apóstoles.

Tú, LIBERTAD, crees en Jesús, en Cristo y tal creencia es inseparable de la creencia en Dios. Hay personas que dicen: <Yo creo en Jesucristo pero no creo en Dios>. Esta expresión, LIBERTAD, que definiría un <cristocentrismo ateo>, es falsa porque tanto desde el punto de vista de la historia como de la teología, Cristo es inseparable de Dios, vienen a ser lo mismo. Fíjate, LIBERTAD; la cruz romana donde crucificaron a Jesús de Nazaret, simboliza, ¡qué verdad tan impresionante!, la bondad divina. De arriba abajo, Dios y la humanidad; el madero horizontal es como el abrazo de fraternidad que Jesús de Nazaret, Hijo de Dios, por amor, fe y perdón, da a todo el género humano como símbolo de salvación. Ése es el reino o reinado que nos enseñó y prometió Jesús; reino de paz, de bondad, de solidaridad y justicia, de igualdad, y... donde no habrá indigentes.

Y, ¿quiénes fueron los que crucificaron a Jesús?..., precisamente los que detentaban en aquel momento el poder religioso y el poder político, los saduceos y Pilato... aunque después se lavara las manos. Hoy también... estimado LIBERTAD, habemos y estamos, metámonos todos, muchos saduceos y Pilatos.

Tú, estimado LIBERTAD, sigue escribiendo en este Foro; tu testimonio de vida, tus sentimientos... nos son muy válidos porque se basan en lo que Cristo nos enseñó y pidió que hiciéramos con los necesitados, impedidos, menesterosos y pobres de este mundo. Dijo san Agustín: <Ama y has lo que quieras>.

Muy cordialmente...

Alter ego.