¡Qué viveza ha experimentado últimamente el Foro!
La monotonía, el uniformismo por anodinos resultan tediosamente aburridos. Aplaudimos la viveza que tiene el Foro, la controversia que sobre unos asuntos, placas solares, p. ej., y otros, la teatralidad en la que ha derivado la procesión de la Virgen del Valle, p. ej., se está generando y viviendo últimamente aquí.
Todos, unos más que otros, como vendría a decir Orwell, hemos contribuido a ello, a la controversia.
Mas, como diría el Jardinero de las nubes: dentro de la controversia, del debate, del choque de opiniones..., el respeto debe estar siempre presente. Jamás debe atentarse contra la dignidad de las personas.
El debate en libertad, dentro del respeto a las ideas, a los sentimientos, a los deseos..., debe presidir en su frontispicio este Foro.
Las maneras, las formas, el afán de escaparate, etc., por su artificio y ausencia por tanto de esencialidad, que es lo auténtico, particularmente para un creyente cristiano, por hipócrita y farisaico, deben ser objeto de crítica, más aún si poco o nada tienen que ver con lo autóctono, con nuestra genuina tradición.
A pesar de lo que se ha dicho, o hemos dicho, unos y otros, si de verdad intentamos seguir a Jesús, los tres vértices que conforman ese triángulo donde, desde pequeñitos nos mostraban el ojo de Dios, deben estar presididos uno a uno por tres exigencias que Jesús nos puso: Amor, Fe y Perdón.
El Amor, porque existen muchas necesidades, porque el prójimo (de proximidad) que sufre, pasa hambre, está enfermo..., necesita de nosotros, de nuestro amor y ayuda.
La Fe, porque, también nosotros, cada uno de nosotros, tenemos necesidades, sufrimos, estamos enfermos, necesitamos ayuda..., y, como compensación a nuestro amor al prójimo, es precisamente Jesús, nuestro gran amigo, que nunca nos falla, con su entrega por amor a nosotros, quien satisface nuestras deficiencias, nuestros déficits.
Y, El perdón, porque si practicamos el amor y tenemos fe, si no lo lleváramos a la practica caeríamos en el vacío existencial. ¿Qué sentido tendrían el amor y la fe?.
¡Vaya trinomio: Amor – Fe – Perdón!. Ésta es la esencia del Cristianismo.
Alter ego.
La monotonía, el uniformismo por anodinos resultan tediosamente aburridos. Aplaudimos la viveza que tiene el Foro, la controversia que sobre unos asuntos, placas solares, p. ej., y otros, la teatralidad en la que ha derivado la procesión de la Virgen del Valle, p. ej., se está generando y viviendo últimamente aquí.
Todos, unos más que otros, como vendría a decir Orwell, hemos contribuido a ello, a la controversia.
Mas, como diría el Jardinero de las nubes: dentro de la controversia, del debate, del choque de opiniones..., el respeto debe estar siempre presente. Jamás debe atentarse contra la dignidad de las personas.
El debate en libertad, dentro del respeto a las ideas, a los sentimientos, a los deseos..., debe presidir en su frontispicio este Foro.
Las maneras, las formas, el afán de escaparate, etc., por su artificio y ausencia por tanto de esencialidad, que es lo auténtico, particularmente para un creyente cristiano, por hipócrita y farisaico, deben ser objeto de crítica, más aún si poco o nada tienen que ver con lo autóctono, con nuestra genuina tradición.
A pesar de lo que se ha dicho, o hemos dicho, unos y otros, si de verdad intentamos seguir a Jesús, los tres vértices que conforman ese triángulo donde, desde pequeñitos nos mostraban el ojo de Dios, deben estar presididos uno a uno por tres exigencias que Jesús nos puso: Amor, Fe y Perdón.
El Amor, porque existen muchas necesidades, porque el prójimo (de proximidad) que sufre, pasa hambre, está enfermo..., necesita de nosotros, de nuestro amor y ayuda.
La Fe, porque, también nosotros, cada uno de nosotros, tenemos necesidades, sufrimos, estamos enfermos, necesitamos ayuda..., y, como compensación a nuestro amor al prójimo, es precisamente Jesús, nuestro gran amigo, que nunca nos falla, con su entrega por amor a nosotros, quien satisface nuestras deficiencias, nuestros déficits.
Y, El perdón, porque si practicamos el amor y tenemos fe, si no lo lleváramos a la practica caeríamos en el vacío existencial. ¿Qué sentido tendrían el amor y la fe?.
¡Vaya trinomio: Amor – Fe – Perdón!. Ésta es la esencia del Cristianismo.
Alter ego.