CARTA DE DESAGRAVIO Y ABIERTA A D. TÁRSILO COELLO, EX – JUEZ DE PAZ DE ALDEA DEL REY.
Aunque la palabra <amigo> hemos de considerarla como algo sagrado y soy muy reticente, por tanto, a su uso indiscriminado, a ti Társilo deseo decirte...
Querido amigo Társilo:
Ya lo decía el ingenioso hidalgo, <cosas veredes, amigo Sancho>. Éstos sí, éstos eran un ejemplo paradigmático de la amistad, pues, si analizamos la obra, las relaciones entre ellos desde un enfoque psicológico, una conclusión meridiana se extrae, es que el final, D. Quijote se hizo muy sanchista y, Sancho se hizo muy quijotesto. Y es que el amigo es como el otro yo, el alter ego, que, siente, vive, piensa, actúa, se manifiesta igual que el amigo y, si tiene que hacerte una crítica, que siempre será constructiva, te la hace en la cara, sólo con la finalidad de mejorarte.
Tú, Társilo, te lo hemos oído en muchas ocasiones, llamabas a tu sustituto... amigo. ¿Llevo razón en lo que te indico, amigo Társilo?. No se merecía ese calificativo tan digno, tan sagrado.
Tú, Társilo, yo así te tengo considerado, a ti, y a tu familia más inmediata, a tu unidad familiar, como dijo Jesús de Nazaret en el monte (Mt) o en el llano (Lc), da lo mismo, como a los <buenaventurados pobres de espíritu> (= los que sanamente temen a Dios, los que dentro de la ingenuidad actúan presididos por la bondad, los que creen, porque así se lo han enseñando y lo han vivido en el seno familiar, los que no se plantean interrogantes que ellos consideran que atentan contra la doctrina, los que hacen de su familia una familia cristiana, los fieles al rito, los de buena fe... Sí, Társilo, es un honor ante los ojos de Jesús, y ante otros muchos ojos, también de buena fe, ser un pobre de espíritu. No es ninguna ofensa, carece de sentido o enfoque peyorativo. Sucede, que de estos pobres de espíritu, suelen abusar. Y, quiénes lo hacen... sin ningún tipo de prejuicios sanos, pues aquéllos a los que Jesús también les decía: <Sois como los sepulcros blanqueados> (= límpidos por fuera, pero podridos por dentro), es decir, los hipócritas, los de doble moral, los que te dan palmadas en la espalda y, a la menor oportunidad, como ha sucedido contigo, te dan un puntapié, no en el trasero, sino donde más duele, en el alma.
Ése, un figurín, aunque orondo, un <medallero> (= son de pobre metal), un utilitarista de cargos y prebendas, un aprovechado de las circunstancias, un tragoncete, un presuntuoso, un exhibicionista, una cosa sin importancia, insignificante, una nadería (un amigo mío, que tú conoces, y cuya identidad y anonimato hemos de respetar, les llama <pelitriques>, ¡cuánta razón lleva!); ése, a ti te ha dado un puntapié en el alma, amigo Társilo. Tú le llamabas, mi amigo. ¡Qué equivocado estabas! No son, de nunca, de fiar.
Yo, ¡que ya estoy jubilado!, estaré fuera de Aldea del Rey, pero también dentro; y, sin atisbos de presuntuosidad, gozo de la facultad de la ubicuidad, ya que en Aldea del Rey dispongo de muchos contactos, cualificados, que me informan puntualmente de todo lo que aquí/allí suceda. Me dedicaré entre otras cosas, a la defensa de mi pueblo y de su gente, particularmente de la gente buena, como tú, Társilo. ¿Quién ha sido el culpable de esta tropelía? Sin duda alguna, el primer culpable ha sido él, el nuevo, aunque ya viejo, Juez de Paz. Recuerdas, Társilo, que ya hace más de una década, lo leímos en la prensa provincial, se despidió tanto de la política local, municipal y de partido, como de la judicatura local. ¡Qué bodrio de incoherencia! Ha vuelto tanto a la política como a la judicatura locales. Si se tratase de una persona honesta y coherente, se lo hayan propuesto o no, inmediatamente, por vergüenza humana, debería haberlo rechazado. Causa rubor ajeno su conducta. Sucede, amigo Társilo, que este tipo de personas (personajillos) no dan un paso en ningún sentido si no es para obtener una rentabilidad. Pues, ahí lo tienes, a chupar también del ayuntamiento, y, no sólo eso. Pronto le veremos orondo y ufano él presidir procesiones, que esto le va como anillo al dedo. Sus amiguetes, y lo digo bien, amiguetes, le llaman en plan befa, mofa o vete tú a saber, el <Justiciero>. Según nos han comentado el arte culinario se le da muy bien, y que hace muy buenas calderetas. Según un político local ya retirado éste es el único mérito que se le reconoce. Además, y que no hace ascos a ninguna vianda, le gustan todas, el pisto, las migas, las calderetas, los pimientos fritos, las tortas, las ensaladas, el vino, las cervezas... ¡j... con el <Justiciero>!. ¡Ah!, también nos han comentado que imita muy bien a los... canes. Será por eso de ser un perrillo faldero. Es más, según las alumnas de la Universidad Popular, intentó en otro momento meter de rondón a su cónyuga como monitora de la misma, pero se sublebaron todas, las tienen y muy buenas, dicen. ¡Lo que es la política, amigo Társilo... un asunto de intereses!... aunque no queriendo contaminar o prostituir la Política, diremos que esta putridez es cosa propia de algunos políticos. Le salió rana.
¿Qué ha sido cosa de algún político cizaña? Ay... D. Miguel, don Miguel, porque te aprecio, esta tropelía no la has debido permitir. Últimamente estáis desbarrando mucho, asunto pecuniario, las placas, la sustitución del Juez de Paz... y, la gente se pregunta cómo es posible, en qué cabeza cabe, que tú, excelente profesor, universitario cualificado, te dejes influir por naderías. D. Ramón y otros de sus compañeros de gobierno municipal, según nos han contado, salieron hartos de tener que convivir políticamente con ciertos personajes; en el panfletillo del Psoe le llaman <Chiquilicuatre>. Ahora la gente del pueblo, de Aldea del Rey, se acuerda mucho de ellos. Y según nos ha comentado un miembro de la Ejecutiva Local del PP, el descontento dentro de la misma es generalizado. Según han dicho están dispuestos a dar un golpe de estado. ¿Qué pasa, Miguel?, ponte en tu sitio, no te dejes manipular, dentro del ayuntamiento hay un cáncer que se puede tratar, la extirpación es la solución drástica y definitiva si esa institución, el gobierno local, tiene que recobrar la salud. Nos han comentado que el PP aldeano está dispuesto a solicitarte que lo ceses. No parece que ha estado muy lejos de esta tropelía judicial. Éste más que nadie, está intentando con todo tipo de tretas, rendir voluntades en el asunto de las placas, dicen que le va mucho en juego... la faltriquera. Se comenta por Aldea del Rey que estás cavando tu propia tumba como alcalde.
No lo entiendo, de verdad. Tú, Társilo, con la cabeza alta, tú has cumplido honradamente con el cargo, has estado a disposición de la gente sin fines utilitaristas, en horario reglado y no reglado, siempre amable y dispuesto; otros no podrán decir lo mismo, deben ir con la cabeza gacha, son, como decía el juez Gómez de Liaño, los genuflexos. Además, sabemos que le sacaste en muchas ocasiones las castañas del fuego, tuvo el Juzgado de Paz abandonado... y, ¿ahora vuelve? Debería, ¡ya!, presentar la dimisión. Tú no te merecías esto, Társilo.
Un saludo muy cordial, de amigo, Társilo.
Alter ego.
Aunque la palabra <amigo> hemos de considerarla como algo sagrado y soy muy reticente, por tanto, a su uso indiscriminado, a ti Társilo deseo decirte...
Querido amigo Társilo:
Ya lo decía el ingenioso hidalgo, <cosas veredes, amigo Sancho>. Éstos sí, éstos eran un ejemplo paradigmático de la amistad, pues, si analizamos la obra, las relaciones entre ellos desde un enfoque psicológico, una conclusión meridiana se extrae, es que el final, D. Quijote se hizo muy sanchista y, Sancho se hizo muy quijotesto. Y es que el amigo es como el otro yo, el alter ego, que, siente, vive, piensa, actúa, se manifiesta igual que el amigo y, si tiene que hacerte una crítica, que siempre será constructiva, te la hace en la cara, sólo con la finalidad de mejorarte.
Tú, Társilo, te lo hemos oído en muchas ocasiones, llamabas a tu sustituto... amigo. ¿Llevo razón en lo que te indico, amigo Társilo?. No se merecía ese calificativo tan digno, tan sagrado.
Tú, Társilo, yo así te tengo considerado, a ti, y a tu familia más inmediata, a tu unidad familiar, como dijo Jesús de Nazaret en el monte (Mt) o en el llano (Lc), da lo mismo, como a los <buenaventurados pobres de espíritu> (= los que sanamente temen a Dios, los que dentro de la ingenuidad actúan presididos por la bondad, los que creen, porque así se lo han enseñando y lo han vivido en el seno familiar, los que no se plantean interrogantes que ellos consideran que atentan contra la doctrina, los que hacen de su familia una familia cristiana, los fieles al rito, los de buena fe... Sí, Társilo, es un honor ante los ojos de Jesús, y ante otros muchos ojos, también de buena fe, ser un pobre de espíritu. No es ninguna ofensa, carece de sentido o enfoque peyorativo. Sucede, que de estos pobres de espíritu, suelen abusar. Y, quiénes lo hacen... sin ningún tipo de prejuicios sanos, pues aquéllos a los que Jesús también les decía: <Sois como los sepulcros blanqueados> (= límpidos por fuera, pero podridos por dentro), es decir, los hipócritas, los de doble moral, los que te dan palmadas en la espalda y, a la menor oportunidad, como ha sucedido contigo, te dan un puntapié, no en el trasero, sino donde más duele, en el alma.
Ése, un figurín, aunque orondo, un <medallero> (= son de pobre metal), un utilitarista de cargos y prebendas, un aprovechado de las circunstancias, un tragoncete, un presuntuoso, un exhibicionista, una cosa sin importancia, insignificante, una nadería (un amigo mío, que tú conoces, y cuya identidad y anonimato hemos de respetar, les llama <pelitriques>, ¡cuánta razón lleva!); ése, a ti te ha dado un puntapié en el alma, amigo Társilo. Tú le llamabas, mi amigo. ¡Qué equivocado estabas! No son, de nunca, de fiar.
Yo, ¡que ya estoy jubilado!, estaré fuera de Aldea del Rey, pero también dentro; y, sin atisbos de presuntuosidad, gozo de la facultad de la ubicuidad, ya que en Aldea del Rey dispongo de muchos contactos, cualificados, que me informan puntualmente de todo lo que aquí/allí suceda. Me dedicaré entre otras cosas, a la defensa de mi pueblo y de su gente, particularmente de la gente buena, como tú, Társilo. ¿Quién ha sido el culpable de esta tropelía? Sin duda alguna, el primer culpable ha sido él, el nuevo, aunque ya viejo, Juez de Paz. Recuerdas, Társilo, que ya hace más de una década, lo leímos en la prensa provincial, se despidió tanto de la política local, municipal y de partido, como de la judicatura local. ¡Qué bodrio de incoherencia! Ha vuelto tanto a la política como a la judicatura locales. Si se tratase de una persona honesta y coherente, se lo hayan propuesto o no, inmediatamente, por vergüenza humana, debería haberlo rechazado. Causa rubor ajeno su conducta. Sucede, amigo Társilo, que este tipo de personas (personajillos) no dan un paso en ningún sentido si no es para obtener una rentabilidad. Pues, ahí lo tienes, a chupar también del ayuntamiento, y, no sólo eso. Pronto le veremos orondo y ufano él presidir procesiones, que esto le va como anillo al dedo. Sus amiguetes, y lo digo bien, amiguetes, le llaman en plan befa, mofa o vete tú a saber, el <Justiciero>. Según nos han comentado el arte culinario se le da muy bien, y que hace muy buenas calderetas. Según un político local ya retirado éste es el único mérito que se le reconoce. Además, y que no hace ascos a ninguna vianda, le gustan todas, el pisto, las migas, las calderetas, los pimientos fritos, las tortas, las ensaladas, el vino, las cervezas... ¡j... con el <Justiciero>!. ¡Ah!, también nos han comentado que imita muy bien a los... canes. Será por eso de ser un perrillo faldero. Es más, según las alumnas de la Universidad Popular, intentó en otro momento meter de rondón a su cónyuga como monitora de la misma, pero se sublebaron todas, las tienen y muy buenas, dicen. ¡Lo que es la política, amigo Társilo... un asunto de intereses!... aunque no queriendo contaminar o prostituir la Política, diremos que esta putridez es cosa propia de algunos políticos. Le salió rana.
¿Qué ha sido cosa de algún político cizaña? Ay... D. Miguel, don Miguel, porque te aprecio, esta tropelía no la has debido permitir. Últimamente estáis desbarrando mucho, asunto pecuniario, las placas, la sustitución del Juez de Paz... y, la gente se pregunta cómo es posible, en qué cabeza cabe, que tú, excelente profesor, universitario cualificado, te dejes influir por naderías. D. Ramón y otros de sus compañeros de gobierno municipal, según nos han contado, salieron hartos de tener que convivir políticamente con ciertos personajes; en el panfletillo del Psoe le llaman <Chiquilicuatre>. Ahora la gente del pueblo, de Aldea del Rey, se acuerda mucho de ellos. Y según nos ha comentado un miembro de la Ejecutiva Local del PP, el descontento dentro de la misma es generalizado. Según han dicho están dispuestos a dar un golpe de estado. ¿Qué pasa, Miguel?, ponte en tu sitio, no te dejes manipular, dentro del ayuntamiento hay un cáncer que se puede tratar, la extirpación es la solución drástica y definitiva si esa institución, el gobierno local, tiene que recobrar la salud. Nos han comentado que el PP aldeano está dispuesto a solicitarte que lo ceses. No parece que ha estado muy lejos de esta tropelía judicial. Éste más que nadie, está intentando con todo tipo de tretas, rendir voluntades en el asunto de las placas, dicen que le va mucho en juego... la faltriquera. Se comenta por Aldea del Rey que estás cavando tu propia tumba como alcalde.
No lo entiendo, de verdad. Tú, Társilo, con la cabeza alta, tú has cumplido honradamente con el cargo, has estado a disposición de la gente sin fines utilitaristas, en horario reglado y no reglado, siempre amable y dispuesto; otros no podrán decir lo mismo, deben ir con la cabeza gacha, son, como decía el juez Gómez de Liaño, los genuflexos. Además, sabemos que le sacaste en muchas ocasiones las castañas del fuego, tuvo el Juzgado de Paz abandonado... y, ¿ahora vuelve? Debería, ¡ya!, presentar la dimisión. Tú no te merecías esto, Társilo.
Un saludo muy cordial, de amigo, Társilo.
Alter ego.