Estoy hasta las narices de estos politiquillos de pega que tenemos en nuestro pueblo. Aprendices de políticos de altas esferas, pero en su versión negativa, la de vender botijos sin pitorro. En primer lugar, quiero decir que ¿cuando narices podremos tener un alcalde que viva en el pueblo?, que lleve a sus hijos al colegio publico de Aldea, que se deje su dinero en las tiendas del pueblo, no en las afines a su régimen, sino en todas, que de ejemplo a los demás y así quizás muchos paisanos se pensarían el irse a Cuidad Real. Quiero puntualizar que parte de los ingresos que percibe ese personajete sale de nuestros bolsillos. Todo esto se puede aplicar al meapilas en segundo lugar del escalafón, éste es peor todavía, puesto que tuvo la geta de antes de las elecciones, unos dos meses antes, se instaló en el pueblo, incluso llevo a uno de sus hijos a la guardería. Por supuesto, después de las elecciones se volvió a ir su verdadera residencia. Como esto es todo lo que hacen, utilizan métodos de vendedor barato, realzando lo poco que hacen y quitándole importancia a lo que no hacen. El amigo cho, se vende el mismo muy por encima de lo que es realmente. Creo recordar, que sus estudios se limitan a un modulo de F. P de electricidad y ni siquiera tiene el titulo de instalador. Bueno, ahora quiero hablar sobre el famoso concejal “torrente” que nos ha dado un ejemplo de seguridad nacional en el panfleto. Es curioso, pero, todos los jubilados de Repsol eran jefes, entonces quiero hacerte esta pregunta, ¿Quién coño descargaba los camiones, los consejeros delegados de la empresa, o el presidente de Repsol? Seguiré.
Curro Jiménez.
Curro Jiménez.