Ofertas de luz y gas

ALDEA DEL REY: Flor: Muy bonito el cuento del barbero... Como tal...

Flor: Muy bonito el cuento del barbero... Como tal vez resultaría confortante, tal vez, alcanzar lo "invisible" para mi
y a lo que parece hermoso para vosotros: ahí está la diferencia. Yo me mezclo (lo he estado siempre) con gentes como vosotros, y con las otras próximas a lo que palpan desde otro angulo.
Recuerdo, allá por los años 58, cuando yo era militar, con una graduación de las de abajo, que nos visitaban, jesuitas en Alcalá de Henares, tratando este tema, e invitándonos, a que los soldados, que no conocieran el camino... se iniciaran en el. Los había entre los de mi graduación, quienes, seguían la corriente (así lo exigía el guión de aquellos tiempos) a mi, no se me escapaba, que este individuo se burlaba. Otros estaban convencidos de lo que decía, aquel... mas o menos de mi edad, vestido con una sotana, vieja y descolorida, a todas luces, muy abrazado a los pobres, practicando la pobreza, pese a proceder de una familia pudiente: nos hicimos amigos, pese a que yo, contradecía, sus esfuerzos "para iluminarme. Me dijo un día: Tu no conoces los Estados Unidos y sin embargo existen. Me pareció una inocente comparación con conocer a Dios y fue mi respuesta: Fotografías, viajeros desde hace tiempo y de nuestros días, confirman su presencia; confirman que esa nación existe. Argumentó La Fe como respuesta. Mantuve mi amistad, con aquel hombre, bueno, hasta que mi destino me llevó a Tierras Africanas. Le he recordado muchas veces, por el hecho de que le gustaba leer el periódico, que yo le regalaba, por el no disponer ni de una peseta para comprarlo... Esta misma actitud, se de un compañero de juegos, en mi niñez, que hoy está, por tierras del lejano Amazonas. Precisamente, en mis buenos deseos estos días a la familia, su hermana, me ha hablado de el. Pero conozco otros. He conocido otros, cuyo comportamiento, es muy parecido, a gentes con las que tropiezo todos los días.
De esto que os hablara de "mis Reyes Magos" en... El cuento de mi abuela. Cuento que hoy mismo, va atener otro destino. Lo he reducido a una sola cuartilla porque así lo exige, allí donde he decidido enviarlo, de ser publicado, lo metería en estas paginas... Como tal vez os envíe alguno, ya visto la luz, y que habla, de esos lugares, que frecuento, al menos una vez por semana; esta semana, será dentro de unas horas.
Podía hasta darte el nombre de la persona, hablarte de su soledad. Decirte que durante dos años, ha atendido a su marido postrado en cama, y que nuestras visitas, han motivado esa cercanía, ese calor humano; sentirse como de la propia familia... Seguro, seguro, que al saber que vamos hoy, tiene su regalo de reyes: mi mujer y yo, aparte de la visita, ya lo tenemos. Seguro, seguro que se te escapa una lágrima Antonia; este es su nombre... ¿Su edad? la de la soledad y muy avanzada. Guarda las Revistas donde hablo d su marido fallecido hace unos meses, como un tesoro, entre un montón de fotografías, un montón de soledad.
LIBERTAD.