Queda aproximadamente un mes para las elecciones locales, y a mis oídos ha llegado el rumor de que Santiago se presenta como candidato. ¡Ojalá sea cierto! Si es así, aún quedan esperanzas para este hermoso y atormentado pueblo. Aunque yo jamás alcanzaré las cumbres humanas y académicas que Santiago ha cosquistado, me voy a permitir la vanidad de ofrecerle diez consejos (similares a los que don Quijote le dio a Sancho cuando éste estaba a punto de ser gobernador de la ínsula Barataria):
1.Deja que las gentes vean un poquito de tu bello corazón; salúdalas con cariño, aunque a los tímidos nos cueste hacerlo.
2.Cuando seas alcade, olvídate de los partidos y reúnelos a todos en un único partido llamado "Aldea del Rey".
3. Respeta las propiedades de los opulentos, y a los humildes trátalos con bondad y ecuanimidad. Bueno, sé bondadoso y ecuánime también con los opulentos (¿Qué culpa tienen de serlo?).
4.No descuides tu familia ni el cuidado de tu salud, pues de la armonía de tu vida personal nacerán beneficios para el pueblo.
5.Confía en las personas no por su signo político, sino por el hecho de ser personas.
6.En el desarrollo de tu gestión, no te olvides de velar especialmente por el bien de los niños, los jóvenes, los maduros y los ancianos; también de los que están enfermos y atribulados.
7.Sé amigo de tus enemigos, sin olvidar a tus amigos.
8.Sirve antes a tu pueblo que a tu partido político.
9.No te olvides en tu gestión de acciones encaminadas a salvaguardar el medio ambiente; sin él no somos nada.
10.Piensa que aunque se diera el caso de que no creyeras en Dios, él no dejaría de creer en ti.
Por último, como favor personal, te pediría que no derrumbases la Cruz de los Caídos: es el lugar que más quiero del casco urbano de Aldea.
¡Ojalá todo esto llegue a ser más que un sueño!
El jardinero de las nubes.
1.Deja que las gentes vean un poquito de tu bello corazón; salúdalas con cariño, aunque a los tímidos nos cueste hacerlo.
2.Cuando seas alcade, olvídate de los partidos y reúnelos a todos en un único partido llamado "Aldea del Rey".
3. Respeta las propiedades de los opulentos, y a los humildes trátalos con bondad y ecuanimidad. Bueno, sé bondadoso y ecuánime también con los opulentos (¿Qué culpa tienen de serlo?).
4.No descuides tu familia ni el cuidado de tu salud, pues de la armonía de tu vida personal nacerán beneficios para el pueblo.
5.Confía en las personas no por su signo político, sino por el hecho de ser personas.
6.En el desarrollo de tu gestión, no te olvides de velar especialmente por el bien de los niños, los jóvenes, los maduros y los ancianos; también de los que están enfermos y atribulados.
7.Sé amigo de tus enemigos, sin olvidar a tus amigos.
8.Sirve antes a tu pueblo que a tu partido político.
9.No te olvides en tu gestión de acciones encaminadas a salvaguardar el medio ambiente; sin él no somos nada.
10.Piensa que aunque se diera el caso de que no creyeras en Dios, él no dejaría de creer en ti.
Por último, como favor personal, te pediría que no derrumbases la Cruz de los Caídos: es el lugar que más quiero del casco urbano de Aldea.
¡Ojalá todo esto llegue a ser más que un sueño!
El jardinero de las nubes.