Ya he tenido ocasión, gracias a la diligencia de mi amigo, de leer lo que me restaba del cuento de Santiago. Y ha sido una felicidad encontrar la palabra "Dios" y una referencia a Francisco de Asís. La verdad es que no lo recordaba, y el corazón me ha hervido en el pecho.
He recordado la vez que estuve en Asís hace muchos años. Recé mucho rato delante de la sepultura de Francisco, el patrono de todos los que aman la Naturaleza. Por buscar un mejor ángulo de visión de la tumba, me postré de hinojos en un banco solitario, junto a una monjita clarisa, y ella se puso como la grana. Luego rezamos juntos para dar gracias a Dios por la existencia del hombre que, a mi entender, mejor imitó a Cristo y en algunos aspectos fue demasiado lejos, creo que innecesariamente, pues Dios no se complace en los sacrificios o mortificaciones (Sal 51, 18-19). Aun asi, que tenga en la mayor gloria al poverello Francisco.
Después de leer el cuento, me he dado en pensar que el caballito no es sino el alter ego de Santiago, y la amapola no es más que una imagen sentimental de Aldea. Me parece que ya le ha dado la amapola demasiadas calabazas al caballito; está marchita y sedienta, y el caballito, a cambio de su amor, la conducirá a las corrientes de aguas frescas y vivificantes.
El jardinero de las nubes.
He recordado la vez que estuve en Asís hace muchos años. Recé mucho rato delante de la sepultura de Francisco, el patrono de todos los que aman la Naturaleza. Por buscar un mejor ángulo de visión de la tumba, me postré de hinojos en un banco solitario, junto a una monjita clarisa, y ella se puso como la grana. Luego rezamos juntos para dar gracias a Dios por la existencia del hombre que, a mi entender, mejor imitó a Cristo y en algunos aspectos fue demasiado lejos, creo que innecesariamente, pues Dios no se complace en los sacrificios o mortificaciones (Sal 51, 18-19). Aun asi, que tenga en la mayor gloria al poverello Francisco.
Después de leer el cuento, me he dado en pensar que el caballito no es sino el alter ego de Santiago, y la amapola no es más que una imagen sentimental de Aldea. Me parece que ya le ha dado la amapola demasiadas calabazas al caballito; está marchita y sedienta, y el caballito, a cambio de su amor, la conducirá a las corrientes de aguas frescas y vivificantes.
El jardinero de las nubes.