Sea vestra merced servido, señor Don Quijote mío, de darme el gobierno de la ínsula que enesta rigurosa pendencia se ha ganado;que, por grande que sea, yo me siento con fuerzas de saberla gobernar tal y tan bien como otro que haya gobernado ínsulas en el mundo.
A lo cual respodió Don Quijote:
Avertid, hermano Sancho, que esta aventura y las a esta semejantes no son aventuras de ínsulas, sino de ecrucijadas...
A lo cual respodió Don Quijote:
Avertid, hermano Sancho, que esta aventura y las a esta semejantes no son aventuras de ínsulas, sino de ecrucijadas...