Lanza / Ciudad Real
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) denunció ayer el descenso de la población activa agraria en 2005, con una pérdida aproximada de 30 explotaciones diarias, lo que supone la desaparición de unos 11.000 empleos directos en el sector y más de 20.000 indirectos.
Además, la renta agraria registró este año la mayor caída desde la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) de 1992, con un descenso medio del 11%, a lo que se sumó el alza de precios de los combustibles y los efectos de las heladas y la sequía.
Estas son algunas de las conclusiones de la Unión de Pequeños Agricultores recogidas en el balance del año, que ha supuesto también, entre otros aspectos, la "antesala" de la aplicación definitiva de la nueva PAC, que exigirá, según la organización agraria, un "nuevo esfuerzo añadido" a los agricultores y ganaderos españoles.
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) denunció ayer el descenso de la población activa agraria en 2005, con una pérdida aproximada de 30 explotaciones diarias, lo que supone la desaparición de unos 11.000 empleos directos en el sector y más de 20.000 indirectos.
Además, la renta agraria registró este año la mayor caída desde la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) de 1992, con un descenso medio del 11%, a lo que se sumó el alza de precios de los combustibles y los efectos de las heladas y la sequía.
Estas son algunas de las conclusiones de la Unión de Pequeños Agricultores recogidas en el balance del año, que ha supuesto también, entre otros aspectos, la "antesala" de la aplicación definitiva de la nueva PAC, que exigirá, según la organización agraria, un "nuevo esfuerzo añadido" a los agricultores y ganaderos españoles.
