C. M. L. / Ciudad Real
La discriminación salarial de las mujeres respecto a los hombres que realizan el mismo trabajo que ellas es una realidad “oculta”, según el sindicato CCOO, difícil de cuantificar aunque evidente.
Un reciente estudio señalaba que Castilla-La Mancha, junto a Andalucía, las ciudades de Ceuta y Melilla, Murcia y Extremadura, se sitúa entre las regiones donde la diferencia entre hombres y mujeres asalariados es más alta.
CCOO no tiene datos concretos al respecto, aunque su secretario provincial de Acción Sindical, Joaquín García Poblete, asegura que existen “acuerdos individuales” de algunos trabajadores con las empresas en la que trabajan, gracias a los cuales reciben una cantidad adicional a su salario oficial.
“Son acuerdos no escritos”, dice García Poblete, “mediante los cuales se incrementa la cantidad fijada en el convenio colectivo”.
Este dinero, “se supone que no declarado y tampoco perseguido”, sirve para discriminar a las mujeres y para saltarse la igualdad estipulada en los convenios.
El dirigente sindical considera que los comités de empresa “deben luchar contra esta práctica y denunciar los casos que conozcan”.
García Poblete, por último, indicó que hasta CCOO han llegado algunas quejas de trabajadoras que “sospechan su discriminación” salarial.
Por su parte, Araceli Doménech, responsable del departamento Laboral de la Confederación de Empresarios de Ciudad Real (CEOE-CEPYME), recordó que los salarios se fijan en la negociación de los convenios colectivos y que “en todos los casos son iguales para hombres y mujeres”, dependiendo de las distintas categorías y grupos profesionales.
Ocupaciones femeninas
Araceli Doménech, no obstante, apuntó que hay ocupaciones donde predominan las mujeres, como en las empresas de limpieza, donde los salarios son más bajos que en otras eminentemente masculinas, como la construcción. La presencia laboral femenina, indicó a este respecto, se centra en el sector servicios (limpieza, comercio, hostelería), mientras los hombres copan la construcción y la industria, actividades generalmente mejor remuneradas.
La discriminación salarial de las mujeres respecto a los hombres que realizan el mismo trabajo que ellas es una realidad “oculta”, según el sindicato CCOO, difícil de cuantificar aunque evidente.
Un reciente estudio señalaba que Castilla-La Mancha, junto a Andalucía, las ciudades de Ceuta y Melilla, Murcia y Extremadura, se sitúa entre las regiones donde la diferencia entre hombres y mujeres asalariados es más alta.
CCOO no tiene datos concretos al respecto, aunque su secretario provincial de Acción Sindical, Joaquín García Poblete, asegura que existen “acuerdos individuales” de algunos trabajadores con las empresas en la que trabajan, gracias a los cuales reciben una cantidad adicional a su salario oficial.
“Son acuerdos no escritos”, dice García Poblete, “mediante los cuales se incrementa la cantidad fijada en el convenio colectivo”.
Este dinero, “se supone que no declarado y tampoco perseguido”, sirve para discriminar a las mujeres y para saltarse la igualdad estipulada en los convenios.
El dirigente sindical considera que los comités de empresa “deben luchar contra esta práctica y denunciar los casos que conozcan”.
García Poblete, por último, indicó que hasta CCOO han llegado algunas quejas de trabajadoras que “sospechan su discriminación” salarial.
Por su parte, Araceli Doménech, responsable del departamento Laboral de la Confederación de Empresarios de Ciudad Real (CEOE-CEPYME), recordó que los salarios se fijan en la negociación de los convenios colectivos y que “en todos los casos son iguales para hombres y mujeres”, dependiendo de las distintas categorías y grupos profesionales.
Ocupaciones femeninas
Araceli Doménech, no obstante, apuntó que hay ocupaciones donde predominan las mujeres, como en las empresas de limpieza, donde los salarios son más bajos que en otras eminentemente masculinas, como la construcción. La presencia laboral femenina, indicó a este respecto, se centra en el sector servicios (limpieza, comercio, hostelería), mientras los hombres copan la construcción y la industria, actividades generalmente mejor remuneradas.
