¿Ah!-dijo Sancho-. Cogido le tengo: esto es lo que yo deseaba saber, como al alma y como a la vida. Venga acá, señor: ¿podría negar lo que comúnmente suele decirse por ahí cuando una persona está de mala voluntad: "No sé qué tiene ese fulano, que ni come, ni bebe,ni duerme, ni responde apropósito de lo que le preguntan, que no parece sino que está encantado"?. De e donde se viene a sacar que los que no comen, ni beben, ni duermen, nihacen las obras naturales que yo digo, estos tales están encantados; pero no aquellos que tienen la gana que vuestra merced tiene, y que bebe cuando se lo dan y come cuando lo tiene, y responde a todo auello que le preguntan.
- Verdad dices Sancho -respondió Don Quijote-; pero ya te he dicho... Cap. XLIX de DINQUIJOTE DE LA MANCHA.
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