Se cree que
Riópar ya estaba habitado en el Neolítico y posteriormente en la Edad de Bronce, aunque el asentamiento original, Riópar Viejo, fue abandonado hace unos 4.000 años. Los
romanos también dejaron su marca en la zona, como lo demuestran los vestigios encontrados. Tras la caída del Imperio
Romano, los visigodos ocuparon la región, seguidos por los árabes, quienes construyeron un
castillo, posiblemente en el mismo lugar donde se encuentra la actual
iglesia de Riópar Viejo.