Viví en Povedilla, siendo niño, desde el año 1952 o 1953 hasta 1957.
Hace dos días, visité el pueblo del que tenía imágenes en mi memoria y hablé con algunas personas mayores.
Mi padre fue, en esta época, secretario del Ayuntamiento.
Recordaba con agrado el pueblo (mi antigua casa, la fuente, la calle de escaleras en la que por pocas no me maté cuando vivía, el ayuntamiento, la escuela que aún recuerdo en su segundo piso.) y me volvió a gustar, especialmente por los paisajes.
Por los comentarios sobre Povedilla que he leído, veo que el clima de relación puede dejar que desear. Yo lo único que puedo comentar es que algunos de ellos no saben valorar lo que el pueblo ofrece: como mínimo, unos paisajes privilegiados y una tranquilidad que la gente de ciudad añora. Y eso que yo soy y me considero extremeño, aunque haya "emigrado" a Cataluña.
Me ha sorprendido, no obstante, que en plena democracia aún las calles se dediquen a franquistas y prefranquistas. Y con esa apreciación tampoco hago "política", ni cuestiono al actual Ayuntamiento.
¿No se podrían recuperar los nombres tradicionales o populares y así nadie se siente "ofendido"?. ¡Es una grave incoherencia hacer política constitucional y mantener los nombres de las Dictaduras!.
¡Volveré a vuestro pueblo que en algo también es mío!.
Manolo Carrasco
Sabadell.
Hace dos días, visité el pueblo del que tenía imágenes en mi memoria y hablé con algunas personas mayores.
Mi padre fue, en esta época, secretario del Ayuntamiento.
Recordaba con agrado el pueblo (mi antigua casa, la fuente, la calle de escaleras en la que por pocas no me maté cuando vivía, el ayuntamiento, la escuela que aún recuerdo en su segundo piso.) y me volvió a gustar, especialmente por los paisajes.
Por los comentarios sobre Povedilla que he leído, veo que el clima de relación puede dejar que desear. Yo lo único que puedo comentar es que algunos de ellos no saben valorar lo que el pueblo ofrece: como mínimo, unos paisajes privilegiados y una tranquilidad que la gente de ciudad añora. Y eso que yo soy y me considero extremeño, aunque haya "emigrado" a Cataluña.
Me ha sorprendido, no obstante, que en plena democracia aún las calles se dediquen a franquistas y prefranquistas. Y con esa apreciación tampoco hago "política", ni cuestiono al actual Ayuntamiento.
¿No se podrían recuperar los nombres tradicionales o populares y así nadie se siente "ofendido"?. ¡Es una grave incoherencia hacer política constitucional y mantener los nombres de las Dictaduras!.
¡Volveré a vuestro pueblo que en algo también es mío!.
Manolo Carrasco
Sabadell.