Maravillosos recuerdos de una infancia veraniega pasada en esa tierra.
Juegos, correrías y
paseos por la
Plaza, la Glorieta, la
estación...Orgullosa de ese
pueblo, de mis antepasados, una gran
familia y no sólo en número, que también.Ahí están mis raices. Nostalgia por no poder recuperar todo aquello y por no haberle dedicado todo lo que merece. Aunque sólo sean unos minutos siempre pararé a su paso para recorrer los mismos sitios. Hoy mis hijos, como en su día lo hizo mi padre, reconocen este pueblo
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