EN LOS LLANOS DE LA MANCHA
Cuando la marcha es constante
rodando en la carretera,
existen ciertos instantes
donde la muerte te espera.
Esos llanos de La Mancha
con el sol de penitente,
sientes como al fin te engancha
ese calor trascendente.
La vista se va durmiendo
sin darte ninguna cuenta,
parece que va sintiendo
su llanura tan inmensa.
La carretera derecha
sin dar ningún volantazo,
puede causarte esa brecha
de darte fuerte el porrazo.
Llanuras que van dejando
su voluntad de camino,
aunque te siguen marcando
algún raro desatino.
No sirven malos consejos
en esos largos destinos,
se ve el paisaje de lejos
y en sus altos los molinos.
Las viñas y los trigales
hacen reflejos divinos,
existen los olivares
que son sus preciosos signos.
Peligros que son casuales
cuando los sueños te vencen,
con esas horas fatales
que allí siempre prevalecen.
Esas llanuras bonitas
donde la vista se pierde,
en las conciencias se agitan
y más con el campo verde.
G X Cantalapiedra.
Cuando la marcha es constante
rodando en la carretera,
existen ciertos instantes
donde la muerte te espera.
Esos llanos de La Mancha
con el sol de penitente,
sientes como al fin te engancha
ese calor trascendente.
La vista se va durmiendo
sin darte ninguna cuenta,
parece que va sintiendo
su llanura tan inmensa.
La carretera derecha
sin dar ningún volantazo,
puede causarte esa brecha
de darte fuerte el porrazo.
Llanuras que van dejando
su voluntad de camino,
aunque te siguen marcando
algún raro desatino.
No sirven malos consejos
en esos largos destinos,
se ve el paisaje de lejos
y en sus altos los molinos.
Las viñas y los trigales
hacen reflejos divinos,
existen los olivares
que son sus preciosos signos.
Peligros que son casuales
cuando los sueños te vencen,
con esas horas fatales
que allí siempre prevalecen.
Esas llanuras bonitas
donde la vista se pierde,
en las conciencias se agitan
y más con el campo verde.
G X Cantalapiedra.