Siglo xx: el templo adquiere una nueva
fachada. En la primera mitad del siglo xx se demolieron los últimos restos mudéjares que quedaban a los pies del templo y comenzó a levantarse la actual fachada, así como el tercer tramo, con lo que las segundas
columnas quedaban exentas. Durante la guerra civil, mientras se estaba levantando la fachada principal, y el tercer tramo, el templo fue saqueado y se perdieron numerosas obras artísticas, como el Gran
Retablo Mayor, barroco, de inicios del siglo xviii, donde se encontraba la Santísima
Virgen de
los Llanos; numerosas pinturas del siglo xvi y
esculturas atribuidas a Salzillo (Dolorosa) o a sus seguidores (Jesús Nazareno, Beato Andrés Hibernón y otras).