La verdad es que en el calabozo del cuartelillo no se estaba mal, pues estaba solo y como hacia bastante calor, de vez en cuando me traían agua fresquita, sin embargo al caer la noche la cosa cambio, pues se oían murmullos y paseos de un lado para otro yo pensé que eso era normal en un cuartelillo, hasta que a eso de las dos y media de la madrugada me despiertan y me dicen que suba al despacho del comandante, en ese momento pensé que nos soltarían y nos podríamos ir para casa.
Me levanto con una sonrisa de oreja a oreja y subimos a la oficina, allí me esperaba un sargento que hacía de comandante de puesto con cara de pocos amigos y el uniforme todo manchado, me dice: venga usted a las caballerizas que tenemos un problema.
¡Joder, Ya estamos otra vez liados! Yo me temía que Ciriaco la había armao de nuevo, entramos en la cuadra y me veo a un tio con una bata blanca de un sitio a otro y pensé que sería el veterinario y que a Ciriaco le había pasado algo.
¡Je, je! Y un huevo.
Me dice el sargento; coja usted a ese burro a ver si se calma, que a nosotros no nos deja acercarnos, le pregunto al sargento ¿Qué ha pasado aquí?
Pues le voy a decir: su burro se ha soltado y se ha metido en la cuadra de las yeguas, después como según parece no tenía bastante se pasó a la del caballo del teniente y no sé qué le habrá pasado pero a ese caballo no hay quien le despegue el culo de la pared, y para colmo “Tomasito” (ese es el guardia que miraba a Ciriaco de una manera muy rara) que se ofreció para venir a ver qué pasaba, pues según parece también ha recibido su parte, y ahí está el medico intentando cogerle unos puntos.
¿Es que le ha dado alguna patada? ¿Dónde le están cogiendo los puntos?
El sargento me mira y no dice nada, pero la expresión de su cara lo dice todo, así que además de la denuncia de las dos extranjeras, se suma la del teniente por trauma psicológico de su caballo, y menos mal que “Tomasito” por vergüenza no ha dicho nada.
En fin que nos pusieron un arresto domiciliario durante todo el verano, la multa no la quitaron ya que se han ahorrado la monta de las yeguas, y nos han prohibido ir a la playa de ese pueblo los próximos dos años.
Bueno ya sabéis lo que nos ha pasado este verano, y para el verano que viene, antes de salir de vacaciones llevo a Ciriaco a un burriclub.
Besos para las damas y abrazos para los hombres o lo que sean.
Me levanto con una sonrisa de oreja a oreja y subimos a la oficina, allí me esperaba un sargento que hacía de comandante de puesto con cara de pocos amigos y el uniforme todo manchado, me dice: venga usted a las caballerizas que tenemos un problema.
¡Joder, Ya estamos otra vez liados! Yo me temía que Ciriaco la había armao de nuevo, entramos en la cuadra y me veo a un tio con una bata blanca de un sitio a otro y pensé que sería el veterinario y que a Ciriaco le había pasado algo.
¡Je, je! Y un huevo.
Me dice el sargento; coja usted a ese burro a ver si se calma, que a nosotros no nos deja acercarnos, le pregunto al sargento ¿Qué ha pasado aquí?
Pues le voy a decir: su burro se ha soltado y se ha metido en la cuadra de las yeguas, después como según parece no tenía bastante se pasó a la del caballo del teniente y no sé qué le habrá pasado pero a ese caballo no hay quien le despegue el culo de la pared, y para colmo “Tomasito” (ese es el guardia que miraba a Ciriaco de una manera muy rara) que se ofreció para venir a ver qué pasaba, pues según parece también ha recibido su parte, y ahí está el medico intentando cogerle unos puntos.
¿Es que le ha dado alguna patada? ¿Dónde le están cogiendo los puntos?
El sargento me mira y no dice nada, pero la expresión de su cara lo dice todo, así que además de la denuncia de las dos extranjeras, se suma la del teniente por trauma psicológico de su caballo, y menos mal que “Tomasito” por vergüenza no ha dicho nada.
En fin que nos pusieron un arresto domiciliario durante todo el verano, la multa no la quitaron ya que se han ahorrado la monta de las yeguas, y nos han prohibido ir a la playa de ese pueblo los próximos dos años.
Bueno ya sabéis lo que nos ha pasado este verano, y para el verano que viene, antes de salir de vacaciones llevo a Ciriaco a un burriclub.
Besos para las damas y abrazos para los hombres o lo que sean.
