Un lugar lleno de vida, dominado por la silueta de cristal del
Mirador de las Marismas.
Desde el siglo XIX hasta el XXI se llevó a cabo una profunda remodelación, dando forma al que hoy es uno de los
puertos pesqueros más importantes de
Cantabria.
Finalmente quedó dividido en dos zonas, la parte norte para las
embarcaciones pesqueras y la parte sur para los
barcos de recreo.