El
palacio de la Magdalena está situado en la península de La Magdalena, un
parque periurbano de carácter público que actúa de eje entre los espacios marítimos de El Sardinero y la zona centro, donde destaca el ámbito del
paseo y los
jardines Pereda. La península, situada en una de las bocas de la
bahía de
Santander, destaca por su vegetación boscosa. Cuenta también con una
playa, la de La Magdalena, un minizoo y un parque de recreo infantil, además de diversas edificaciones.
Se trata de una obra de estilo ecléctico, que combina influencias inglesas, patentes en la disposición de las masas exteriores, abundancia de las
chimeneas, forma de los
ventanales, etc., con aportes de estilo francés, como la escalinata de doble tramo de la
escalera principal, la asimetría de los cuerpos del
edificio, etcétera, además de trazas tomadas de la
arquitectura barroca montañesa. Su construcción popularizó un subestilo ecléctico-regionalista en
Cantabria, cuyo mayor exponente es el mismo palacio, y que parte del palacio pintoresquista inglés de los Hornillos.
El esquema planimétrico se basa en un cuerpo alargado de 91x21 m., con otro que sale al norte, de 20 m. de lado. Sus alzados son asimétricos y la multitud de entrantes y salientes dan la sensación de que consta de varios cuerpos maclados.
Consta de dos entradas, una al Norte para carruajes, con
pórtico (en la
foto), y otra al Sur, que es la principal, con dos
torreones de planta octogonal y una escalinata de dobles tramos. El edificio es de
piedra de mampostería procedente de Cueto, y tiene cubiertas de pizarra. En el interior destacan los
salones de recepción conservando algunos cuadros de interés, de autores como Benedito, Sorolla, Sotomayor, etc. La mesa del
comedor, de madera, es una de las más largas de
España, y sirvió en una ocasión para grabar un anuncio de un limpiador, en el cual un hombre se tiraba sobre ella y se desplazaba resbalando hasta el final