Recuerdo que de niño, cuando contaba con unos 10 años (hacia 1945) un acontecimiento que siempre consideré importante y quiero compartir: en el paraje de Santa Agueda, cerda de las ruinas de esta Ermita, está el pozo del mismo nombre, que con notable profundidad tiene agua permanentemente y en tiempo de crecida inundaba varias fincas. Para corregirlo se excavó una zanja de evacuación que hizo a mano un operario, y en este trabajo encontró sucesivas veces monedas de cobre pre-romanas. Parece que en ese lugar existió un poblado que en tiempos modernos se le vino llamando Casares.
El operario que se llamaba Abascal (que a la vez era el guarda de las fincas de Requejo) habia trabajado en Francia, y le unía buena relación con don Pablo, el maestro, con el que charlaba en frances. Fue don Pablo quien opinó del origen de las monedas.
El operario que se llamaba Abascal (que a la vez era el guarda de las fincas de Requejo) habia trabajado en Francia, y le unía buena relación con don Pablo, el maestro, con el que charlaba en frances. Fue don Pablo quien opinó del origen de las monedas.