Este mensaje va dirigido a personas que puedan dar razón de lo que a continuación narro. Soy una persona ya sesentona, que allá por los años 1958 vivía con mis padres en los Riconchos (un enclave cercano a la virgen de Montes Claros). En mi imaginario veo una Reinosa fria, con un manto blanco de considerable grosor atrapado sin poder salir de allí despues de haberme quitado un par de anginas como dos avellanas, y por medio de metodos que no quiero recordar en una pequeña clinica regentada por monjas. Y en mi imaginario veo una tienda o comercio llamado el Lápiz de Oro, donde mis padres compraron un aparato que nos informaba del tiempo y alguna noticia más (ni que decir tiene que me estoy refiriendo a una radio) Pues bien, mis preguntas son: ¿que fue de la clínica y de el comercio Lápiz de Oro? tal vez desaparecieron ya? Vaya por delante mi agradecimiento a aquellas personas que me puedan dar información sobre estas preguntas. Un saludo a Reinosa, los Riconchos (en especial a Malataja) y a la Virgen de Montes Claros. Julio.
Paisano Juliogar: También natural de este valle de Reinosa, intentaré corresponder a tus preguntas y recuerdos. Como sabes, este Valle tiene cupo para disponer de nieve cada invierno, afortunadamente, y supongo que en Riconchos también disfruta de ello. (A propósito, un bisabuelo mio fue maestro en la escuela de Riconchos, en torno al año 1880 aproximadamente). Donde te quitaron las anginas seguramente fue en la Clínica Montesclaros, de Reinosa, y operado tal vez por el Dtor Carrascal: (Tu mismo miedo yo también sentí ahí, por motivo similar).
En cuanto al Lápiz de Oro cerró hace años. Cuando supe su cierre algún año después, me pareció pérdida importante. Representaba un eslabón histórico y necesario en la actividad cultural reinosana; junto con el otro establecimiento Andrey. Ambos, uno en cada rincón de la Plaza. Si me permites llamarte: paisanuco, como se dice por los Valles de Campoo.
En cuanto al Lápiz de Oro cerró hace años. Cuando supe su cierre algún año después, me pareció pérdida importante. Representaba un eslabón histórico y necesario en la actividad cultural reinosana; junto con el otro establecimiento Andrey. Ambos, uno en cada rincón de la Plaza. Si me permites llamarte: paisanuco, como se dice por los Valles de Campoo.
