Entrañable la convivencia entre los romeros que como antaño acudieron desde lugares diversos de la región. Algunos mayores recordaban este día con los detalles de sus tiempos de infancia, cuando venían desde otros
barrios de
Pámanes, o de otros
pueblos vecinos, subidos en el
carro de
labranza y provistos de la
comida para pasar el día entero junto a la
Virgen en ambiente festivo.