Esta imponente
torre fue levantada entre los siglos XIV y XV y perteneció a D. Rubín de
Celis, tiene 20 metros de alzado dividido en cuatro pisos.
Tiene planta cuadrada y sus muros están levantados con sillarejo y mampostería, con los esquinales y vanos en sillería.
En la
fachada principal está la
puerta, de
arco apuntado, una magnífica
ventana geminada, también de
arcos apuntados, y los restos de un matacán o voladizo de función defensiva.