Un total de siete
iglesias y dos
ermitas quedaron sumergidas bajo las
aguas. La
torre de la
iglesia de
San Roque, en Villanueva, es visible aún pues aunque fue inundada, quedó muy cerca de la orilla. Una
pasarela de madera permite salvar el
agua y acceder al
campanario, siempre que el nivel del
embalse no esté demasiado alto.