Data del siglo XIX. Tiene
fachada de sillería, ejemplo de la pervivencia de la
tradición canteril anterior, a la que se le añadió en época posterior, seguramente hacia 1920, un cuerpo central realzado en altura, inspirado en principios regionalistas como son la solana, la cornisa pronunciada y las pilastras cajeadas.
Consta de planta baja, planta principal y otra tercera en la que se abren pequeños vanos rectangulares.
Un aspecto característico de la
arquitectura doméstica del siglo XIX es la importancia concedida al
jardín como elemento de ocio, aquí presente