Data del siglo VIII y fue utilizado hasta el siglo XI
Fue reconocido por Jesús P. Carvallo (fundador del
museo de prehistoria de Santander) como un castro cántabro de la edad de hierro. R Bohigas corrige ubicándole en la edad media. En 1979 bajo la dirección de Bohigas se realizaron excavaciones.
Se trata de una estructura defensiva perfectamente adaptada a los relieves calcáreos de la zona. Utilizaron lápices de aguja calizos como parte de sus
murallas. Constaba de una
torre cuadrangular de 8 x 10 metros y de un recinto
amurallado de unos 512 metros.
Patio de armas rectangular e irregular y varias dependencias. La
muralla estuvo formada a base de mampostería de
piedra caliza, con mortero de cal y arena.