El origen de la
iglesia nos remonta a una de las más bellas historias fijadas en la memoria de la villa. Corría el año 1617, cuando aconteció un percance en la misa del domingo, celebrada en la antigua
parroquia (hoy
cementerio).
El conflicto, lo determinó el privilegio que el Duque del Infantado quería ejercer sobre uno de los asientos del templo. El
pueblo, ofendido, acordó trasladar los oficios a la
ermita de
San Juan y construir una nueva iglesia en este mismo lugar, para lo cual pondrían dinero, trabajo y unos cuantos años de sus vidas, ya que pasaría casi un siglo hasta oficiar aquí la primera misa.
Este edifico, fue físicamente construido por sus propios habitantes, quienes reservaron, durante los años que duraron las obras, un día a la semana para trabajar en el proyecto después de la escena ocurrida en la antigua iglesia que se erguía en el
acantilado de la
playa de los Muertos (actual cementerio)
La iglesia se empezó a construir en 1648 hasta 1831 y en ella se venera al
Cristo de Amparo, patrón de los pescadores, muy honrado por el pueblo.