Corría el año 1617 cuando ocurrió que, el Duque del Infantado, quería ejercer el privilegio sobre uno de los asientos del templo. El pueblo, ofendido, acordó trasladar los oficios a la ermita de San Juan y construir una iglesia en este mismo lugar.
La iglesia se empezó a construir en 1648 y en ella se venera al Cristo del Amparo, patrono de los pescadores.