En 1883, Máximo Díaz de Quijano (cuya hermana era cuñada de Antonio López y López, primer marqués de
Comillas, y, como él, indiano enriquecido en América) encargó a Gaudí la ejecución de un chalet de veraneo junto al
palacio de Sobrellano del marqués, en la localidad cántabra de Comillas: El Capricho.
Este
edificio (1883-1885) es contemporáneo de la
Casa Vicens (1883-1888), que Gaudí levantaba en
Barcelona. Por eso, la construcción del Capricho fue dirigida a pie de obra por Cristóbal Cascante,
amigo y compañero de promoción de Gaudí. Y aunque Cascante dispuso de una maqueta y de planos muy detallados de Gaudí, a quien consultaba todas sus dudas, viendo la minuciosidad de los detalles del Capricho y la perfección de los acabados se hace difícil creer que nunca estuviera en Comillas, de hecho, el
escultor Joan Matamala escribe en sus memorias que Gaudí le contó que había hecho un viaje de incógnito a Santiago de Compostela entre 1883 y 1885, pasando por
Burgos y Comillas.