Ésta es mi madre Concepción Álvarez Caso, nacida en
Bielva. Quiero desde éste pequeño escaparate mundial rendirle mi particular
homenaje, extensible a esa estirpe de mujeres de su generación que en ese entorno tan inhóspito que les tocó vivir, cómo la posguerra que dejo a
España en la más absoluta
ruina y que por la
tradición reinante de la época se les negaba a ellas desde la más tierna infancia el acceso al estudio y la cultura, resultando en su mayoría analfabetas sin opciones para aprender a leer ni escribir. Con éstos ingredientes nos dieron toda una lección magistral de sabiduría, entrega, generosidad y sacrificio, no escrita en los libros, pero si en sus cabezas con mucho talento y sentido común.
Nada quisieron para ellas, todo para los demás. Con ésta máxima, supieron impulsar, conducir e inculcar a las futuras generaciones unos valores de dignidad y caminar por la vida con honestidad y esfuerzo, que gracias a su empuje se ha llegado a lo largo de éstas décadas al bienestar que hoy sus descendientes disfrutamos logrando con su ejemplo y fuerza éste entorno que hoy tenemos con acceso ilimitado a todo tipo de conocimientos e igualdades que a ellas se les negó.
Son mis autenticas heroínas las que venero con fe y ejemplo. No quiero los héroes de los libros, las quiero a ellas de carne y hueso que yo conocí y viví. Silenciosamente y sin protagonismo han logrado los que otros inmerecidamente se han apuntando. ¡Vivirán para siempre en nuestra memoria y que tan orgullosamente presumiremos de ellas con nuestras siguientes generaciones!