En el tramo del
paseo Marítimo que va hasta el
hotel Vela, hay un gran problema, ya que en pleno mes de julio, con el sol cayendo a plomo, no hay ni un lugar donde refugiarse. En un kilómetro parece ser que no han plantado otro tipo de
árbol. Solo cientos y cientos de
palmeras mortecinas y tristes que no dan ni
sombra, o dan muy poca. Nosotros que íbamos cinco, no cabíamos en una sola sombra, muy mal.