Al final del tunel la claridad, TAGANANA

Las montañas, que en las inmediaciones de Las Casas de la Cumbre, superan los 950 metros, capturan la humedad que los vientos alisios transportan desde las regiones centrales del Océano Atlántico. Las laderas que dan al norte quedan empapadas con un aporte de nieblas casi continuo que crea un ecosistema único. Laurisilva se llama este bosque de apariencia mágica. Una esponja de árboles, helechos, matorrales y musgos que traslada al viajero a tierras de cuentos y leyendas. Bosque que, antaño, cubrió toda la cuenca mediterránea y que hoy sólo encuentra refugio en Canarias, Madeira y Azores. Una buena red de carreteras y un intrincado sistema de senderos bien señalizados y habilitados permite la exploración a fondo de este Parque Natural de más de 14.400 hectáreas. La excursión merece la pena y debería ocupar al menos una jornada de cualquier viaje a Tenerife.
(12 de Julio de 2019)