Muelle para el baño, PUERTO DE LA CRUZ

Desarrollo de nuevas técnicas de navegación —brújula, astrolabio, timón axial, coca y el desarrollo de la cartografía a través de los portulanos, en uno de los cuales, el Atlas Catalán del mallorquín Cresques Abraham, de 1375, aparecen representadas las islas Canarias con sus nombres modernos. La brújula es un instrumento de orientación que utiliza una aguja imantada para señalar el norte magnético terrestre. Su funcionamiento se basa en el magnetismo terrestre, por lo que señala el sur magnético que corresponde con el norte geográfico y es improductivo en las zonas polares norte y sur debido a la convergencia de las líneas de fuerza del campo magnético terrestre. El astrolabio es un antiguo instrumento astronómico que permite determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo. La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον, que puede traducirse como «buscador de estrellas». En náutica, el timón de codaste es una pieza móvil vertical plana colocada en prolongación del codaste que sirve para establecer el rumbo de un buque, formada por un tablón, una pieza de hierro, o algún material polimérico resistente articulado con goznes en el codaste o prolongación de la quilla por la parte de popa. En náutica, la coca es una embarcación de vela de casco trincado, o tingladillo. Las cartas portulanas, también conocidas por el nombre de portulanos, son mapas que hicieron posible el uso de la brújula. Aparecen en el siglo xiii d. C. y continúan elaborándose en varias centurias, incluso muy avanzada la Edad Moderna, aunque son productos típicos de los siglos xiv y xv principalmente. Se caracterizan por tres circunstancias:

son como los actuales mapas escritos
tienen como fondo una retícula trazada a base de los rumbos o líneas de dirección de la rosa de los vientos.
son mapas con escala gráfica llamada tronco de leguas. El Atlas catalán o Mapamundi de los Cresques es un libro del siglo XIV que contiene varios mapas manuscritos que cubren todo el mundo conocido por los europeos de aquel entonces. Se conserva en la Biblioteca Nacional de Francia en París y constituye una de las obras cartográficas más importantes de la Edad Media. No está firmado ni fechado, aunque se sabe que la fecha aproximada de producción es el año 1375 por el registro que figura en el calendario que incluye. Se atribuye su autoría al judío mallorquín Cresques Abraham. Es también el primer atlas conocido que incorpora una rosa de los vientos.
(14 de Julio de 2019)