La gran pureza de la nieve confundió mi cerebro y me hizo pensar que se trataban de nubes, pero al mirar en la parte derecha mi cerebro pudo entender su confusión al ver que la nube se situaba como un manto en la montaña, apreciamos las escaleras del camino que me llevan a la cumbre de la montaña, nada tan bello han podido contemplar mis ojos, que pudieran engañarme y confundir mi mente, al mirar el autor de tanta belleza pude comprobar que como siempre se trataba de la gran maestra Gema Medina, que no la importaba el frio que pudiera empañar la lente de su cámara. Veinte de Mayo (mes de las flores) del año dos mil seis. Impresionante esplendida fotografía que a cualquier mente humana engaña.
