Para comprender cómo se consigue este inesperado vino blanco y dulce que nace de cenizas volcánicas, visitar la
bodega más antigua de
Canarias resulta esencial. Las
Montañas del Fuego cubrieron de negro la zona más fértil de la isla dejando un terreno inhóspito. El proceso de la llamada erupción del Timanfaya se inició en la Caldera de los Cuervos y finalizó con las explosiones de
Montaña Colorada y Montaña de las
Nueces, en la parte central sur de
Lanzarote.