Hasta los años 60 de nuestro siglo, los medios de vida de los
lanzaroteños se han basado en la
agricultura, la
pesca y la
ganadería caprina. Fue a partir de este momento cuando surgió una nueva
fuente de ingresos: el turismo. Con la mejora de los medios de comunicación y gracias a las condiciones climáticas de la isla, se ha producido un boom turístico que ha sido uno de los principales factores de alteración del
paisaje.