En el extremo sur del municipio de
Yaiza, en la zona conocida como El Rubicón, se instaló el primer asentamiento europeo de las islas
Canarias en 1402, desde donde se inició la conquista del archipiélago. En ese lugar se encontraba la
catedral de
San Marcial de Limoges, patrono de
Lanzarote y compatrono de la diócesis canariense.