Una vez en la base, es posible rodearlo recorriendo un
sendero circular que permite el acceso al interior del cráter a través de una abertura ofreciendo una experiencia poco común en un improvisado
teatro natural de apariencia salvaje. Los alrededores del volcán tampoco tienen desperdicio, ya que se encuentra rodeado por una extensa masa de lava petrificada y enmarcado por sus vecinos, la
Montaña Negra, la Montaña Colorada y el
Parque Nacional del Timanfaya.