Según los historiadores, el municipio se levantó sobre la Gran Aldea de los majos, antiguos pobladores de
Lanzarote. Éstos llamaban a este punto Acatife, aunque tiempo después tras la conquista normanda, cambiaría su topónimo por el definitivo
Teguise, en honor a la hija del rey Guadarfia. Su prosperidad y crecimiento económico convirtió Teguise en objetivo de numerosos ataques piratas y corsarios durante los siglos XVI y XVII.