Los primeros detalles del incendio los hace Santiago Cullen y Verdugo, que firma sus notas el 7 de febrero y las publica en el Diario de Las Palmas el 10 de febrero, “ Un monaguillo limpiando unos candeleros metálicos en la sacristía fue la causa original del incendio. Para derretir la cera adherida a los objetos que limpiaba, encendió una vela colocándola próxima a un ropero, momentos antes de las doce, dejándola encendida cuando a ésa hora subió a la
torre a tocar.